La semana pasada se celebró el Día de Internet Segura, una iniciativa que tiene como objetivo concienciar sobre los peligros de la red y promover un entorno digital más seguro, especialmente entre los niños, niñas y adolescentes.
Con impacto internacional y bajo el lema “Juntos por una Internet mejor”, se realizaron diferentes actividades para luchar contra el contenido ilegal y fomentar el uso positivo de las tecnologías digitales, factores determinantes que nos recuerdan la importancia de proteger los derechos de la Infancia en la red.
Es incuestionable, que el uso de internet y las redes sociales son herramientas de uso diario entre los niños, niñas y adolescentes. Buscar cualquier tipo de información, comunicarse y compartir imágenes es algo habitual entre los/as menores de edad pero, al mismo tiempo y en la mayoría de los casos, esa necesidad de protagonismo social y reconocimiento virtual impide que puedan evaluar los riesgos que la red esconde.
La Fundación UD Las Palmas cuenta con unas directrices sobre uso seguro y responsable de internet y las redes sociales en relación con las actividades en las que participan menores de edad (https://www.udlaspalmas.es/proteccion-de-menores), una de las medidas dirigidas a garantizar su bienestar y que forma parte de la Política de Protección de las Personas Menores de Edad, aprobada, por el patronato de la Fundación, el 6 de julio de 2022.
El papel del delegado de protección en la infancia y adolescencia en contextos deportivos es fundamental para prevenir, sensibilizar y educar en el ámbito digital. Además, será el responsable de establecer un canal de comunicación directo para notificar y actuar ante posibles situaciones de riesgo o maltrato en la red. Para ello, es necesario conocer los riesgos asociados al mal uso de las herramientas digitales; el ciberacoso, el uso inadecuado de información personal por parte de los demás y una información engañosa en línea pueden ser algunos de ellos.
Por lo tanto, en el ámbito deportivo es prioridad reducir los riesgos derivados de las tecnologías; educando, por un lado, en el uso responsable de internet y redes sociales y, por otro, desarrollando directrices digitales que garanticen el respeto a la normativa vigente y que proteja los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
