García Pimienta ofreció hasta cinco modificaciones en el once titular con el que la UD Las Palmas recibió al conjunto revelación de la presente temporada en Primera. Quizá la del neerlandés Sinkgraven, en el costado izquierdo de la defensa, era la más llamativa de ellas.
La UD Las Palmas salió al terreno de juego con determinación para asfixiar el origen del juego de su rival. Desde los primeros minutos, los amarillos llegaban con peligro al área de la Grada Curva e, incluso, tuvieron una ocasión propicia para colocar pronto el gol de apertura.
Ocurrió a los 5 minutos, tras un pase profundo de Sinkgraven para habilitar la carrera de Moleiro. El tinerfeño fue derribado en el área por David López y, tras breve debate entre el colegiado y la sala VAR, Figueroa Vázquez señaló una pena máxima que Gazzaniga repelió. Porque el penalti ejecutado por Sandro lo rechazó el portero del Girona, a quien el balón golpeó en el rostro.
El partido cambió de color a los 26 minutos cuando el colegiado volvió a señalar una pena máxima, esta vez en el área grancanaria. Las protestas de los jugadores de García Pimienta no sirvieron, aunque Álvaro Valles también llegó a rechazar el disparo del pichichi Dovbyk. Sin embargo, David López recogió el rebote del portero para anotar el 0-1 en la segunda jugada.
El gol en contra no le sentó bien al equipo amarillo, que en el resto del primer periodo no encontró nuevos caminos hasta donde acercarse con peligro hasta Gazzaniga. El meta del Girona apenas volvió a tener trabajo en este tramo hasta la tregua.
Un segundo penalti en contra de los intereses grancanarios marcó el inicio de la segunda parte. De nuevo, con consulta de la sala VAR, Figueroa Vázquez quedó convencido para castigar a Mika Mármol en un leve contacto con Yan Couto. La tercera pena máxima del partido sí la aprovechó el ucraniano Dovbyk para ampliar la renta de su equipo hasta el 0-2, a falta de algo más de media hora para el final.
El técnico local intentó airear el bloque con los cambios, pero ya no había frescura de ideas como en el inicio. Ni fortuna, porque la mejor ocasión isleña, obra de Moleiro, la repelió el larguero de Naciente en el minuto 84.
Las Palmas lo siguió intentando hasta el minuto 98 de juego. Benito y Munir tuvieron nuevas ocasiones, pero el gol que restara la distancia con el Girona no apareció.
